¿Qué podemos darle de comer y en qué cantidad?
Cuando adoptamos a nuestro perro la primera gran duda que nos asalta es ¿qué podemos darle de comer y en qué cantidad? Para mantener a un perro sano y equilibrado hemos de controlar tanto la calidad, como la cantidad de lo que vamos a proporcionarle. Téngase en cuenta que según muchos expertos el 90% de patologías caninas están directamente relacionadas con una nutrición deficiente.
El perro es un animal esencialmente carnívoro y su dieta debe ser rica en proteínas animales (tres quintas partes del menú diario), baja en carbohidratos, adecuada en grasas esenciales de animales, con aportaciones de frutas o vegetales (una quinta parte del menú diario), un alto contenido de vitaminas y minerales básicos y siempre en cantidad adecuada, nunca excesiva. Esto es preciso tenerlo en cuenta a la hora de considerar qué le damos de comer a nuestra mascota. Por ejemplo, una alimentación a base de nuestras sobras tiene el riesgo de ser muy deficiente. Otros, en cambio, preparan con esmero el alimento fresco para su mascota, intentando equilibrar su alimentación a base de una dieta variada. Hoy por hoy, las empresas de alimentación de mascotas nos facilitan mucho esta tarea mediante los piensos preparados; sin embargo estos no son la panacea ya que sus calidades pueden ser variables. En síntesis y sin querer entrar en detalle, presentamos a continuación algunas ideas y consejos útiles para un dueño de perro novel.
Buenas prácticas
∙ El pienso. Elegir un pienso nutritivo para nuestra mascota puede no ser una tarea sencilla. En los comercios existe una cantidad suficiente de piensos que ya están pensados para que el perro no deba consumir nada más. Además, en muchas ocasiones determinadas razas cuentan con su propio pienso específico. No tengas reparos en preguntar a tu veterinario o en una tienda especializada por cuál es el adecuado para tu perro. Del mismo modo si tu perro es de raza siempre es conveniente que el criador que te lo ha vendido te aconseje si debes añadir algún tipo de complemento al pienso, de acuerdo con las características del perro en cuestión. Debes tener en cuenta que no todos los piensos son de igual calidad y que este tipo de comida puede resultar excesivamente cara.
∙ Una alimentación exclusiva con alimentos frescos tiene algunas ventajas para la salud de nuestra mascota, aunque exige más tiempo (en la cocción de los alimentos para evitar parásitos, por ejemplo) y un control suficiente de los distintos componentes que intervienen en la dieta canina, para combinarlos adecuadamente y así nutrir correctamente al animal. Los alimentos frescos son un buen complemento en el caso que al perro se le proporcione sólo pienso aunque tienen el inconveniente que el perro puede acabar rechazando el pienso (el perro posee cuatro tipos de papilas gustativas y puede ser muy selectivo con los sabores de su comida).
∙ Se recomienda que el perro coma a la misma hora. Organizar sus comidas te ayuda a planificar los horarios de paseo. Un perro sano funciona como un reloj y esto te ayudará a controlar los tiempos de sus necesidades.
∙ Siempre es preferible una alimentación moderada. Es tan malo darle comida en exceso como demasiado poca. Además, el tipo y cantidad de comida que se le ha de dar varía con la edad y desarrollo. Ante la duda es preferible consultar al veterinario.
∙ Un perro de compañía puede tender, fácilmente, a no saberse autorregular la comida, por lo que nunca es buena idea dejarle el comedero lleno. Un perro con problema de obesidad es muy difícil que adelgace y su salud se verá muy afectada. Siempre es mejor que se quede con un poquito de hambre (tendrás un perro más alerta y despierto) que empachado.
∙ Enséñale a comer dentro de un plazo poniéndole, por ejemplo, la comida en el comedero, retirándosela al poco si no se la come. Conseguirás que aprenda a comer sin entretenerse.
∙ La ración diaria conviene dársela en tres tomas (cachorros) y dos (adultos). Una sola comida al día en adultos presenta bastantes inconvenientes como los largos ayunos y el aumento del riesgo de torsión gástrica, sobre todo si es un perro grande o muy grande.
∙ El perro siempre ha de tener a mano agua fresca y limpia. En verano es conveniente racionársela para evitar excesos de ingesta por el calor que puedan derivar en diarreas.
∙ No debe dársele comida fuera de horario. Del mismo modo, no debemos compartir nuestra comida mientras estemos en la mesa, menos aún a edad temprana. Lo contrario derivará en actitudes compulsivas o dificultad para que se coma su propia comida, sobre todo si ésta es a base de pienso.
∙ Si el perro no come su comida, está aparentemente sano y sin las malas costumbres antes citadas, esto puede deberse a varias causas. La primera que ya esté saciado, por lo que habrá que reducirle la ración. La segunda es que no quiera más comida porque instintivamente considere que no le hace falta (mecanismo de autorregulación), por ejemplo, porque no haga ejercicio suficiente. En ambos casos esto es visible si a pesar de comer poco el perro se mantiene activo y juguetón. Una tercera posibilidad es el calor excesivo; lo mejor en este caso es alterar la hora de comida a los momentos del día de menos calor. Una cuarta causa puede deberse al aburrimiento de la comida; si devora con ansia otros alimentos (por ejemplo, frescos) tendremos la prueba que necesitamos. Si no es ninguna de las anteriores causas puede que el perro esté enfermo por lo que deberás acudir al veterinario. Esto se verá claramente con la aparición de otras señales adicionales.
∙ Cuando tengas que cambiarle el tipo de comida (por ejemplo, de un pienso para cachorros a uno para adultos, o un cambio de marca) intenta hacerlo gradualmente, mezclando ambos tipos de pienso y variando la proporción de la mezcla paulatinamente hasta completar el cambio.
∙ Por último, es buena idea darle huesos para roer de tanto en tanto para evitar sobre calcificaciones. Mejor que sean huesos grandes evitando los de pequeñas dimensiones que podrían astillársele en la garganta y tener que irnos al veterinario de urgencias.
Fuente: Web Animales